Hartos de protestar sin conseguir ninguna solución, los vecinos de la Cuesta del Merendero han decido realizar un tipo de protesta diferente, usando el carnaval como herramienta clave. Para ello, los niños, usuarios del parque, se han disfrazado con vendas, tiritas, y esparadrapos representando a pequeños heridos por caídas y golpes que pueden producirse si no se arreglan las instalaciones.